Introducción:
Axolotl, además de una especie de salamandra, es el título de un cuento escrito por Julio Cortázar.
Julio Cortázar fue un escritor nacido el 26 de agosto de 1914 en la Embajada Argentina de Bélgica. A los cuatro años se trasladó a Argentina donde pasó su infancia en el barrio de Banfield. Integra la generación argentina de 1940, también conocida como generación del Boom. Esta generación fue marcada por el golpe de estado del general Uriburu; e influenciada por la expansión de los fascismos en Europa, la caída de la República en España y el estallido de la segunda Guerra Mundial. Todo esto generó una desilusión propia del sentimiento de impotencia al ver que el mundo de valores y moral en el que habían sido criados y creados se desmoronaba sin que ellos pudieran hacer nada, nada más que escribir. Es a causa de esto que se refugian en su arte, encuentran en ella seguridad y consuelo frente a la debacle de la sociedad ideal y perfecta en la que creían vivir. Es así, que prefieren una temática metafísica; buscando así, trascender de la situación que estaban atravesando, e intentando encontrar algún aspecto rescatable y respetable del hombre; algo que les permitiera seguir creyendo en sí mismos y así, creer en la sociedad; para encontrar o reencontrar el sentido de la vida. Por eso, entre sus principales temáticas destacan: el destino, la muerte, el tiempo, el sentido de la vida, entre otros.
Análisis del cuento:
En el primer párrafo del cuento, se lo resume todo: “Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl (…) Ahora soy un axolotl”; y aún así provoca el deseo de seguir leyendo, y más aún, al llegar al final se produce un sentimiento de desasosiego y placer en el lector que durará por toda su vida.
Según Cortázar, la causa de la Alienación del hombre moderno es producto de una traición a si mismo; de renunciar a ser “el animal que pregunta”. Al hombre ya no le interesa conocerse a si mismo, sino que prefiere vivir en la comodidad del auto-engaño y la pseudo-libertad; ya no es lo esencial conocer su ser, ni el verdadero significado de la vida. Para Cortázar la realidad va mucho más allá de lo que los sentidos pueden captar y la razón puede admitir; eso es solamente la imagen que el ser humano se ha formado del mundo. Pero al hacerlo se le traspasan todas las limitaciones propias del humano. Haciendo de la realidad algo irreal, una simple construcción en la cual refugiar nuestra cobardía para con lo que es en realidad real. Siendo así, la realidad no es más que un refugio al que se acude por no tener valor para enfrentar la verdad; la pregunta es si realmente es un refugio al que acudimos, o una cárcel que construimos mucho tiempo atrás, y de la cual ya hemos perdido la llave. “Si se vive en función de una mentira, se termina por convertir a esta en la única verdad”.
Realidad y suprarrealidad:
En este cuento se pone en duda la “realidad” aceptada, no sólo por los personajes, sino también por el lector. A nivel del lector; esta incertidumbre que el cuento produce, está dada por la verosimilitud dada en parte por la alusión a lugares reales; y en parte por el hecho de que el personaje sea a la vez el narrador y el escritor del cuento; esto provoca un replanteo de la realidad; se pasa del plano de la ficción, lejano al lector; a un plano cercano, dado que el autor, al igual que el lector no pertenece a la ficción. A nivel de los personajes, se ve una evolución en el personaje central; acerca de la concepción de la realidad; dado que comienza considerando a los axolotl larvas; luego comienza a ver cierto grado de humanidad en sus ojos (humanidad que, cabe destacar, no aprecia en los ojos de la “gente”); y finalmente comienza a temerles; esto puede deberse al miedo que siente el narrador a enfrentar la verdadera realidad; o también llamada suprarrealidad (una realidad ideal que se encuentra por encima de lo que comúnmente se conoce como real) que representan los axolotl. El narrador se ve dividido, entre su fascinación por los axolotl y su gusto por la falsa realidad.
Tiempo:
El tiempo en la obra, varía, es decir, pasa de horas a segundos y de segundos a días. Esto le da un entorno mítico al cuento. Y si bien hay quienes consideran al mito como algo irreal; es atemporal, es decir, no tiene ubicación temporal, puede haber sucedido hace miles de años como estar sucediendo en este preciso momento, y es precisamente esta característica lo que lo hace real. En el caso de este cuento, la atemporalidad tiene el objetivo de provocar en el lector cierta idea de verosimilitud; no es algo que pasó hace mucho, mucho tiempo en un país muy lejano; es un hecho que se prolonga en el tiempo y ocurre cada vez que un lector abre el libro de Cortázar y comienza a leer este cuento.
Espacio:
En la obra se distinguen tres espacios físicos: las calles de París, un espacio abierto, la biblioteca; un espacio cerrado; y “el oscuro y húmedo edificio de los acuarios”; también cerrado. De los tres espacios, el que predomina es el edificio de los acuarios, en el cual el narrador parece sentirse más cómodo que en las propias calles de la magnífica ciudad de París. Puede observarse un paralelismo entre el narrador y los axolotl, ya que junto a los mismos se encuentran, separados por el cristal de las peceras, otros peces distintos con ojos “similares a los nuestros”; los axolotl se encuentran aislados del resto de los peces, así como el narrador se encuentra aislado del resto de la gente. Este aspecto tiene que ver con el marco histórico de la generación del Boom antes mencionado; el personaje principal, ve en los axolotl; seres aislados del resto de sus similares; la humanidad. Podría decirse entonces; que, sucede lo mismo con la sociedad, ve en la gente que se refugia del mundo, por no soportarlo, la verdadera humanidad; mientras que en la otra gente sólo ve “la estupidez de sus ojos”. Luego, se producirá un cambio en el personaje principal, ya que dejará de preferir los espacios cerrados para elegir la compañía de la gente, se habrá transformado en alguien común.
Teoría del espejo de Lacan:
Según Lacan (médico, psiquiatra y psicoanalista nacido el 13 de abril de 1901 en Paris) la precepción que cada individuo tiene de sí mismo, es decir, la noción de su apariencia corporal completa y su personalidad, se logra solamente a temprana edad y viéndose reflejado en un semejante. Es decir que, el yo es inicialmente otro; el sujeto se constituye en por y en base a otro semejante. En el cuento, el personaje principal, aún no ha construido su yo, cuando se topa por primera vez con los axolotles; es ahí cuando comienza la construcción de su yo; su semejante es el axolotl; y no las otras gentes; quien tiene humanidad en su mirada es el axolotl. El personaje principal; comienza a construir su yo, como humano al encontrarse por primera vez con estos extraños seres pertenecientes a la especie de las salamandras; es en base a la humanidad de los axolotles que se convertirá en un ser humano de verdad; dado que hasta entonces no era más que un títere de si mismo, de sus propios miedos e inseguridades. Está en él, decidir si convertirse o no en humano, si construir o no su yo. Siendo su decisión final no hacerlo elige permanecer por siempre inconcluso como ser humano; alienado de y por si mismo.
Conclusión:
Al final del cuento el narrador se desasocia, pasando a ser dos; por un lado el ser con cuerpo de hombre, temeroso de aceptar su verdadero destino, y por el otro el ser con cuerpo de axolotl y alma de humano dispuesto a aceptar su destino y la realidad, pero imposibilitado por verse preso dentro de una pecera; cabe destacar que se encuentra aprisionado por “la gente” a la que Cortázar nunca califica de humana. Su gusto por la comodidad de la falsedad y el engaño fue mayor que su deseo de trascender a una suprarrealidad (realidad que se encuentra por encima de lo aceptado comúnmente como real). Primero comenzó fascinándole la idea, luego comenzó a temerle. Al elegir, por cobardía, permanecer en el auto-engaño, el individuo pierde lo que tiene de humanidad; la cual, en el cuento se materializa como los axolotles; el individuo deja de ser humano para pasar a ser gente. Se desasocia de su humanidad, pero al hacerlo, la encarcela en una pecera; de un acuario olvidado, así como lo han hecho tantos; e intenta olvidar; aunque nunca lo logrará por completo, a tal punto, que terminará escribiendo sobre los axolotles. La obra no se limita al hecho concreto del cuento, sino que narra la historia de la humanidad, que en algún tiempo, fue valiente para enfrentar la realidad, pero ahora nos encontramos todos convertidos en axolotles, es decir alienados de nuestra parte humana, siendo simples maniquíes de nuestros propios engaños; ya que como dijo alguien una vez: “Si no se tiene el coraje de vivir como se piensa, se termina pensando como se vive”